La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) inicia este lunes su 77 asamblea general en Boston (EE.UU.) en la que el sector buscará una salida a la crisis provocada por la pandemia y trazará una hoja de ruta para el futuro inmediato.
La reunión de los directivos de las principales líneas aéreas del mundo es la primera presencial en más de dos años y se produce en un momento en el que las compañías acusan a los Gobiernos de congelar la incipiente recuperación del sector con las medidas adoptadas para combatir la variante delta del coronavirus.
A la asamblea general está previsto que asistan en persona los consejeros delegados de compañías estadounidenses como American Airlines (AA), Delta Airlines y United Airlines Holdings así como los responsables de las areolíneas europeas International Airlines Group (IAC), que incluye British Airways e Iberia entre otras, Lufthansa y KLM.
Además, están anunciadas intervenciones de directivos de los dos mayores fabricantes de aviones del mundo, la europea Airbus y la estadounidense Boeing.
Sin embargo, en una muestra de las barreras que todavía encara el sector, los directivos de algunas de las principales aerolíneas asiáticas, como Cathay Pacific o Japan Airlines (JAL), no podrán estar en Boston por las restricciones de viaje en la región.
Aunque IATA, que representa alrededor de 300 líneas áreas de todo el mundo que son responsables de más del 80 % del tráfico mundial de pasajeros, no ha ofrecido detalles del número de personas que se prevé asistirán a la asamblea general, se espera que sea una fracción de las que se reunieron en 2019, antes del estallido de la pandemia.
El máximo responsable de IATA, Willie Walsh, señaló que la asamblea general presencial será un «voto de confianza en la seguridad de los viajes aéreos internacionales y de los protocolos de sanidad» puestos en marcha desde hace 18 meses.
Iata responsabiliza a los gobiernos por el descenso de viajeros
Los directivos del sector llegan a Boston en un momento en el que IATA ha denunciado que la recuperación del sector se desaceleró en agosto, en comparación con lo experimentado en julio, y responsabilizó a los Gobiernos de los «profundos» recortes a la demanda de viajes domésticos.
IATA ha señalado que la demanda total de viajes aéreos en agosto, expresada en pasajeros por kilómetro transportado (RPK, por sus siglas en inglés), fue un 56 % inferior a la registrada dos años antes, en agosto de 2019.
La cifra refleja un empeoramiento con respecto a la situación en julio, cuando el descenso de RPK con respecto a 2019 fue del 53 %, tres puntos porcentuales menos que en agosto.
IATA también explicó que el descenso fue producto de la situación en los mercados domésticos, que se redujeron un 32,2 % comparado con agosto de 2019, lo que la asociación señaló es un «grave empeoramiento» con respecto a julio de 2021 cuando el tráfico se recortó sólo un 16,1 %.
En este sentido, Walsh declaró el pasado 30 de septiembre que la caída de agosto es un mensaje para los Gobiernos de que «no es el momento para abandonar el continuo apoyo al sector, tanto en materia financiera como con respecto a regulaciones» y que «es necesario aplicar un planteamiento basado en riesgos a la gestión de las fronteras».
Con respecto a la demanda de viajes internacionales, la reducción en agosto de 2021, con respecto a 2019, fue del 68,8 %, lo que supone una mejora con respecto a julio, cuando el descenso fue del 73,1 %.
«Todas la regiones mostraron mejoras, lo que se puede atribuir al aumento de las tasas de vacunación y restricciones a los viajes internacionales menos exigentes en algunas regiones», señaló IATA en un comunicado.
El director general de IATA también dijo que las medidas adoptadas por países de todo el mundo para combatir la variante delta del coronavirus es la principal razón del empeoramiento de la situación en el sector, pero añadió que hay motivo para la esperanza en los próximas semanas.
«Los resultados de agosto reflejan el impacto de las preocupaciones sobre la variante delta en los viajes domésticos, aunque los viajes internacionales mantuvieron un lento ritmo hacia la total recuperación que no puede suceder hasta que los Gobierno devuelvan la libertad de viaje», declaró Walsh.
Walsh añadió que «el reciente anuncio de Estados Unidos que a partir de noviembre levantará las restricciones de viaje a los viajeros vacunados con la pauta completa son buenas noticias y ofrecerá certidumbre a un mercado clave».
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