La decisión de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador de validar la reelección presidencial generaba preocupación este sábado en diferentes sectores, entre ellos el gobierno de Estados Unidos, que la cuestionan por considerar que es inconstitucional.
La encargada de negocios de Estados Unidos en San Salvador, Jean Manes, condenó el sábado la resolución de la Corte Suprema, informó AFP.
«Estados Unidos condena la decisión tomada el 3 de septiembre por la Sala de lo Constitucional salvadoreña», dijo la diplomática.
La decisión, según Manes, «es claramente contraria a la constitución salvadoreña que establece que la reelección inmediata no está permitida».
La noche del viernes, la Corte dio luz verde para que el presidente Nayib Bukele pueda postularse a la reelección si lo estima conveniente. El mandatario no se ha pronunciado de momento sobre la resolución.
El fallo de la corte, dirigido al Tribunal Supremo Electoral (TSE), permite que «una persona que ejerza la presidencia de la República y no haya sido presidente en el período inmediato anterior participe en la contienda electoral por una segunda ocasión».
«Con lo que pasó ayer se han violado buena parte de artículos pétreos de la Constitución», declaró a la AFP el director de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad), Saúl Baños.
El experto citó que uno de los artículos de la Constitución que se vulneró es el 88, el cual consigna que «la alternabilidad en el ejercicio de la presidencia de la república es indispensable para el mantenimiento de la forma de gobierno y sistema político establecidos. La violación de esta norma obliga a la insurrección».
Los magistrados de la Sala Constitucional que reinterpretaron la Constitución fueron nombrados en mayo, luego de que la Asamblea Legislativa oficialista destituyera a los cinco magistrados que la conformaban. También fue destituido entonces el fiscal general Raúl Melara.
Los anteriores magistrados de la Sala Constitucional sostenían que el artículo 152 prohibía la reelección de quien «haya desempeñado la presidencia de la república por más de seis meses consecutivos o no, durante el período inmediato anterior, o dentro de los últimos seis meses anteriores al inicio del periodo presidencial».
Por esto, un presidente debía esperar dos períodos para postularse nuevamente.
Acusando una supuesta pérdida de independencia del poder judicial, Manes añadió que «este declive de la democracia daña la relación bilateral que Estados Unidos se esfuerza por tener con el gobierno de El Salvador».
«De obligatorio cumplimiento»
La primera institución que se pronunció sobre el fallo fue el TSE, que en un comunicado consignó que «dará cumplimiento» a la resolución de la Corte.
Debido a que las resoluciones de la Corte son «inapelables y de obligatorio cumplimiento», el TSE subraya que «acatará las disposiciones» que establece la «opción de inscripción» del presidente para «un segundo término, si éste así lo desea y si un partido político legalmente inscrito lo postula para dicho cargo».
Bukele, de 40 años, goza de un elevado nivel de popularidad que le permitió alcanzar la presidencia en 2019 dando el tiro de gracia al bipartidismo arraigado de la derecha-izquierda en El Salvador durante tres décadas.
Calificado por algunos como cercano al pueblo, pero criticado por la oposición por matices tildados de autoritarios, la popularidad de Bukele aumentó por su gestión de la pandemia de covid-19 con la construcción de un moderno hospital y un acelerado plan de vacunación, según analistas.
Desde mayo pasado, su partido Nuevas Ideas domina el Congreso, lo que le permite gobernar sin obstáculos.
El mandato de cinco años de Bukele finaliza el 31 mayo de 2024 y gracias a esta decisión podría participar en los comicios de ese mismo año para buscar la reelección.
Libreto de Ortega y Hernández
«La Sala de lo Constitucional de El Salvador -que Bukele coptó en mayo de este año- acaba de permitir que Bukele se presente a una reelección», reaccionó en Twitter el director de la División de las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco.
«La democracia en El Salvador está al borde del abismo» por seguir «el mismo libreto (de interpretar la Constitución) que usaron Daniel Ortega (en Nicaragua) y Juan Orlando Hernández (en Honduras)», advirtió Vivanco.
«Estamos ahora sí en una era más oscura, nos falta vislumbrar cuáles van a ser las acciones que esta administración tome en el acto conmemorativo del 15 de septiembre», advirtió de su lado Laura Andrade, directora del Instituto de Opinión Pública de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA).
Para el 15 de septiembre, cuando El Salvador y otros países centroamericanos celebran 200 años de independencia, el vicepresidente Félix Ulloa entregará a Bukele el proyecto de una reforma constitucional que además amplía el mandato presidencial de cinco a seis años.
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