Decenas de miles de personas marcharon por las calles de Beirut para reclamar justicia por la explosión que hace hoy un año causó más de 200 muertos y 6.500 heridos en la ciudad, finalizando su recorrido frente al puerto capitalino para honrar a las víctimas con un multitudinario minuto de silencio.
Tres manifestaciones paralelas partieron a primera hora de la tarde de diferentes puntos de la urbe en señal de protesta por la obstrucción de la clase dirigente a la investigación sobre la tragedia, que un año más tarde no ha registrado avances significativos ni ha llevado a ninguna condena.
Varios altos cargos como el presidente libanés, Michel Aoun, y el primer ministro en funciones, Hasan Diab, habían sido informados antes de la explosión de la existencia de un gran número de toneladas de nitrato de amonio en el puerto de Beirut, que antes de explotar permanecieron allí sin custodiar durante seis años.
Las tres marchas confluyeron frente al reciento portuario y todas las carreteras que daban al punto de encuentro quedaron totalmente abarrotadas de manifestantes con banderas libanesas. Varios cazas abrieron paso a tres helicópteros que sobrevolaron la zona dibujando en el cielo los colores de la bandera del país mediterráneo.
A las 18.07 hora local (15.07 GMT), la hora exacta del siniestro el 4 de agosto de 2020, y con las ruinas de los silos portuarios de fondo, las decenas de miles de personas allí congregadas guardaron un minuto de silencio simbólico por las víctimas.
El homenaje terminó con un emotivo aplauso masivo y gritos de «revolución, revolución, revolución«.
Contra la clase dirigente
Una de las tres manifestaciones partió de la sede de la Brigada de Bomberos de Beirut, cercana al puerto y cuyo cuerpo perdió a nueve efectivos y un paramédico mientras trataban de controlar el incendio que causó la deflagración hace un año.
Los participantes en ésta portaron banderas del país, fotos de las víctimas, coronas de flores y muchas pancartas en las que se pudieron leer lemas como «Ajusticiad a aquéllos que introdujeron el nitrato en el Líbano» o «La Constitución tiene que ser cumplida y todo el mundo es igual ante la Ley«.
Organizaciones por los derechos humanos como Amnistía Internacional o Human Rights Watch han acusado a las autoridades libanesas de obstruir la pesquisa, todavía sin concluir un año después del suceso, y de proteger a políticos y funcionarios para exonerarlos de sus deberes.
«He salido con una sola petición: queremos justicia por el derecho de los mártires que nos dejaron para que puedan descansar en paz», explicó a Efe el manifestante Munir Rabne, que si bien no conocía personalmente a ninguno de los fallecidos considera que «todos los libaneses» son «mártires en vida».
Otra de las participantes, Soha Ashe, coincide en que lo que más desea es «justicia para que se calmen los corazones de estas familias«, pero también alertó de que el Líbano está «agotado» y «no hay ningún Estado que le ayude«. Sin embargo, hoy mismo una conferencia de donantes ha apalabrado cerca de 370 millones de dólares en ayudas.
Hacia el parlamento
La nación de los cedros se encuentra inmersa en una de las peores crisis económicas conocidas por el mundo en más de siglo y medio, y desde hace semanas apenas hay medicinas, electricidad ni combustible, mientras los libanesas esperan la formación de un gobierno que les salve tras dimitir tres primeros ministros en el último año.
La frustración generalizada de la población también ha ayudado a la alta concurrencia de hoy.
«Queremos justicia porque no sabemos aún qué pasó (…) Y queremos saber cuál es nuestro futuro, no hay nada en el país incluso para comer o leche para bebés«, apuntó a Efe frente al puerto Jali Abu Jaled, de 44 años.
Centenares de los manifestantes se dirigieron posteriormente a la sede del Parlamento libanés, donde varios de ellos están tratando de entrar al edificio, lanzan piedras y queman neumáticos, a lo que las fuerzas de seguridad están respondiendo con gases lacrimógenos para contener la situación.
La Cruz Roja libanesa, se desplegó por la ciudad para atender a los manifestantes, informó en su cuenta de Twitter de que han trasladado a hospitales a once personas y de que otras 45 han recibido primeros auxilios, si bien no precisó en qué tipo de incidentes resultaron heridas.
Otros actos conmerativos
Además de otras manifestaciones menos concurridas, la ciudad acogió hoy una serie de actos conmemorativos como una vigilia por los fallecidos y la ceremonia interreligiosa que se celebró en el interior del recinto portuario en presencia de los familiares de las víctimas de la explosión.
Ésta consistió en una serie de rezos y estuvo presidida por las principales autoridades musulmanas del Líbano, así como por miembros de la Iglesia cristiana encabezados por el patriarca maronita, el cardenal Bechara Rai.
Rai recordó que «es el deber de todas las personas» presentarse ante la Justicia y que «todas las inmunidades caen ante la sangre de los mártires«, después de que en las últimas semanas un ministro se negase a dar luz verde para interrogar a un alto mando y se prolongase la decisión de si quitar la inmunidad a tres exministros.
Con información de El Caribe
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