El mundo de la música cambio cuando el 1 de agosto de 1981 MTV dio inicio a sus transmisiones a través de la televisión por cable de Estados Unidos con los videoclips “Video Killed the Radio Star”, de The Buggles, seguido por “You Better Run”, de Pat Benatar, nadie, ni siquiera sus propios creadores, imaginó hasta dónde arribaría ni mucho menos todo lo que sucedería después.
En realidad, los videos musicales no eran una novedad para ese entonces. Sin denominarlos aún de esa manera, ya The Beatles y The Rolling Stones habían generado una serie de piezas visuales y de corte cinematográfico durante la década del sesenta en el Reino Unido, mientras que en Estados Unidos fue The Monkees la banda que aprovechó al máximo los recursos tecnológicos brindados por la televisión. Fue precisamente el guitarrista de esa agrupación, Michael Nesmith, quien comenzó a vislumbrar la posibilidad de desarrollar un canal dedicado en exclusivo a la difusión de videos musicales durante las 24 horas del día, a partir de su fascinación por las posibilidades creativas derivadas de aquellos primigenios, y en algunos casos humorísticos e hilarantes clips.
La idea de Nesmith (quien luego abandonó el proyecto al percibir que se alejaba del perfil artístico que él deseaba imprimirle) tomó una forma mucho más profesional a partir de la labor del empresario y productor musical Robert W. Pittman y sobre todo de un ejecutivo de la televisión por cable y fanático del rock, John Lack, quien finalmente convenció a WASEC (una empresa de Warner Communications y American Express) de que un canal de videos musicales conquistaría al público adolescente.
MTV impulso a grandes ídolos de la música
A partir de este nuevo concepto televisivo, los espectadores podrían conocerles las caras a los artistas más allá de escucharlos, propiciando así no sólo el desarrollo y la evolución del formato conocido como clip sino también un cambio rotundo respecto a la radio. La aparición de MTV significó un enorme impulso para la difusión tanto de bandas y solistas consagrados como emergentes, además de la creación y popularidad de nuevas estrellas y la irrupción de la figura del VJ (videojockey) que hacía las veces de anfitrión u anfitriona. Aunque, por otro lado, propició también posiciones antagónicas entre sus defensores y aquellos detractores que apuntaban contra la señal al considerar que colocaba y rendía culto a la imagen, la pose y el artificio por sobre el talento y la credibilidad artística.
Sin embargo, los comienzos no fueron nada sencillos. Más allá de que las compañías discográficas entregaban gustosamente sus videos (muchos de ellos muy rudimentarios) al canal, lo cierto es que la cantidad resultaba escasa para completar tantas horas de programación. En un primer momento, artistas como Queen, ABBA y Journey, entre otros, rotaban con frecuencia en MTV dado que eran de los pocos que contaban con material suficiente. Pero muy pronto la situación fue tornándose cada vez más satisfactoria a través de dos hechos fundamentales: la incesante aparición de videos de excelente factura provenientes de ascendentes y refrescantes artistas británicos como Duran Duran, Culture Club, Eurythmics, Thompson Twins, Wham! y A Flock of Seagulls y, esencialmente, los tremendos sucesos de Michael Jackson, con sus clips “Billie Jean” y “Thriller”, y Madonna. No por nada, a partir de la difusión de sus exitosos videos. Michael Jackson y Madonna se transformarían en el Rey y la Reina del Pop, respectivamente.
Toda esta situación generó un amplio desarrollo de la industria de los videoclips como herramienta primordial a la hora de la promoción internacional de cada nuevo lanzamiento, al tiempo que promovió a jóvenes y talentosos realizadores e incentivó una creciente competencia entre artistas (muchos de los cuales debieron aprender a actuar y a desenvolverse frente a una cámara) en pos de descubrir quién rodaba la pieza más osada, costosa o deslumbrante. De este modo, la producción de videos se convirtió en moneda corriente no sólo para los nuevos nombres sino también para grandes estrellas como U2, Bruce Springsteen, Peter Gabriel y David Bowie, amén de albergar a la vasta escena del heavy metal.
Con el paso de los años, MTV no sólo presentó y difundió sino que impulsó la carrera de numerosos y variados artistas, desde Britney Spears, Eminem, Lady Gaga, Christina Aguilera, Shakira, Justin Timberlake y Kylie Minogue hasta Nirvana, Guns N’ Roses, Pearl Jam y Marilyn Manson. Otro de sus grandes logros ha sido, sin dudas, su notoria expansión internacional, que incluye Europa (1987), Brasil (1990), Japón (1992), Latinoamérica (1993), China (1995), Asia (1995), Reino Unido (1997), Francia (2000), España (2000) y África (2005), como así también la creación de atractivos eventos y programas de éxito y alcance mundial, como la entrega de los premios MTV y los llamados conciertos unplugged, destacándose, entre otros, los de Eric Clapton, Nirvana, Soda Stereo, Shakira y Charly García.
Como parte de Viacom CBS (un conglomerado mediático conformado además por las señales Nickelodeon y VH1), desde hace varias décadas, y aún en este 2021 que lo encuentra celebrando sus primeros cuarenta años de existencia, MTV implementó una notable metamorfosis en su programación con el objetivo de adaptarse a los nuevos comportamientos del público. Si bien los artistas continúan apelando a los videos como uno de los principales recursos promocionales de sus nuevos lanzamientos, no puede dejar de señalarse que de un tiempo a esta parte la inmensa mayoría de los fanáticos accede a ellos desde diferentes plataformas digitales y redes sociales a través de sus teléfonos celulares antes que de un canal de televisión. Es por ello que, atento a esta tendencia, MTV viene abriendo su abanico de propuestas y brindando un generoso espacio a series, reality shows, dibujos animados y demás formatos televisivos en los que la música persiste aunque en un porcentaje evidentemente menor.
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