La Unión Africana (UA) condenó la «escalada de violencia» ocurrida en Sudáfrica en los últimos días y pidió una «restauración urgente del orden, la paz y la estabilidad» en la nación austral, que suma ya un total de 72 fallecidos por la oleada de disturbios y saqueos.
«Un fracaso para hacer eso tendrá graves impactos no sólo en el país sino en toda la región», advirtió en un comunicado emitido a última hora de este martes el presidente de la Comisión (secretariado) de la UA, Moussa Faki Mahamat.
En el mensaje, la alianza de países africanos tachó de «terribles» las «escenas de saqueos de propiedad pública y privada» y de «destrucción de infraestructuras».
También lamentó la suspensión de servicios esenciales en Sudáfrica (como algunos servicios de salud) en las regiones afectadas por la violencia.
En las últimas jornadas, otros organismos internacionales y humanitarios también manifestaron preocupación por la situación en Sudáfrica, como Amnistía Internacional o Save The Children.
«Aunque la ONU reconoce el derecho de todos los sudafricanos a la manifestación pacífica, como recoge la Constitución, éste debe ejercerse responsablemente», señaló también en un comunicado emitido anoche la oficina de representación de las Naciones Unidas en Pretoria.
Sudáfrica con ola de saqueos y disturbios
Sudáfrica vive una oleada de violentos disturbios y saqueos que comenzaron el pasado viernes, inicialmente como protestas por el encarcelamiento del polémico expresidente Jacob Zuma (2009-2018) por desacato judicial, al negarse repetidamente a declarar por corrupción.
Durante el fin de semana la situación degeneró hasta convertirse en una oleada incontrolable de saqueos y de vandalismo indiscriminado, de una magnitud que el presidente del país, Cyril Ramaphosa, comparó con la convulsa transición que Sudáfrica vivió a principios de los años noventa, tras el final del sistema segregacionista del «apartheid».
Según los últimos datos difundidos por la Policía sudafricana, el balance de víctimas mortales asciende ya a 72, con 45 muertos en Gauteng (centro) y 27 en KwaZulu-Natal (este), que son las dos provincias más afectadas por la violencia.
En total, se produjeron 1.234 detenciones hasta el momento, pero la situación continúa volátil en muchos puntos del país, mientras la Policía y el Ejército trabajan para tratar de restaurar el orden.
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