Después de años en silencio, Britney Spears habló. Y fue tanto lo que tenía para decir que la jueza que la escuchaba le pidió que hablara más despacio.
La estrella del pop testificó el miércoles 23 de junio de modo virtual ante una corte de Los Ángeles en el marco de una audiencia sobre la gestión de sus asuntos comerciales y personales.
En un inusual y apasionado testimonio, Spears expresó su deseo de que la tutela bajo la que se encuentra desde hace 13 años termine, al calificarla como «abusiva», reseñó BBC News.
«Le he dicho al mundo que estoy bien y feliz (…) Estoy traumatizada. No estoy feliz, no puedo dormir», testificó Spears, según informó la cadena CNN.
Desde 2008, cuando la cantante enfrentó una crisis de salud mental, su carrera, tratamientos médicos y finanzas han estado en manos de tutores legales en un arreglo conocido como «tutela».
El acuerdo ordenado por una corte le dio a su padre, Jamie Spears, control sobre su patrimonio, de unos US$60 millones, y otros aspectos de su vida.
La cantante ha intentado despojar a su padre de ese poder mediante mecanismos legales.
Britney Spears: «Estoy traumatizada»
Durante los 23 minutos que Spears testificó el miércoles, divulgó detalles personales que no se conocían previamente.
Exigió por ejemplo que se le removiera un dispositivo intrauterino para optar por la opción de tener más hijos.
«Quería quitármelo (el DIU) para poder intentar tener otro bebé, pero este supuesto equipo no me permite ir al médico a hacerlo porque no quieren que tenga más hijos», declaró.
«Así que básicamente esta tutela me está perjudicando más que beneficiándome. Me merezco tener una vida. He trabajado toda mi vida», sentenció.
La cantante dijo también que el litio, la medicación que alguna vez le dieron «contra su voluntad», era tan fuerte que se sentía «embriagada» y «no podía mantener una conversación».
«He estado en negación, he estado en shock. Estoy traumatizada», dijo en la audiencia, que insistió se transmitiera públicamente.
«Han pasado muchas cosas desde la última vez que vine a la corte hace dos años. No había regresado a la corte porque sentí que no fui escuchada», declaró.
Después de un breve receso, la abogada defensora del padre de Spears leyó un comunicado en nombre de su cliente: «Él siente mucho ver a su hija sufriendo y con tanto dolor«.
«El señor Spears ama a su hija y la extraña mucho», añadió.
La artista de 39 años, sin embargo, dijo que su padre deseaba hacerle daño.
«El control que tenía… para dañar a su propia hija, 100.000%, le encantaba», dijo.
La cantante finalmente admitió desconocer que ella podía pedir formalmente que se diera fin a la tutela legal.
«Pido disculpas por mi ignorancia», expresó.
«Lo que he vivido es vergonzoso y desalentador, y es la principal razón por la que no hablé abiertamente. Pensé que nadie me creería», declaró.
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