La conformación de un Consejo Nacional Electoral (CNE), integrado por rectores no vinculados a organizaciones con fines políticos, tal y como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, es el reclamo de la mayoría de los venezolanos, como paso fundamental para rescatar la confianza en el voto y generar los cambios que el país clama en las distintas instancias de poder.
Después de 17 años, gracias al diálogo establecido entre el gobierno y distintos sectores de la oposición y de la sociedad civil, se logró el nombramiento del árbitro electoral más plural, integrado por 3 rectores afectos al gobierno y 2 de la oposición, lo cual abre las puertas a la reconstrucción de la democracia para dar solución a los distintos problemas que hoy enfrenta la población debido al alto costo de la vida, el deterioro de los servicios públicos, los bajos salarios y la falta de un sistema de salud que garantice la atención adecuada a los pacientes, especialmente en estos momentos de pandemia.
Sin embargo, dependerá de la voluntad del Gobierno respetar las facultades que las autoridades electas tendrán dentro del órgano comicial con el objetivo de lograr generar confianza entre los ciudadanos para recuperar la credibilidad del voto, así como del sector opositor para motivar a todos los ciudadanos, ya que lamentablemente, desde el año 2005 un grupo del sector extremista ha promovido la no participación, esperando un milagro para construir un CNE absolutamente independiente, con unas condiciones que con este gobierno serán imposibles de lograr.
Para el próximo proceso electoral o “megaelección” tenemos la gran oportunidad de hacer un esfuerzo para construir nuevos liderazgos en unidad y presentar una candidatura, apoyada por las diversas fuerzas políticas de oposición, toda vez que si vamos divididos o no convencemos al electorado de participar, le estaremos haciendo un flaco servicio a la democracia y regalaremos nuevamente la mayoría de los cargos a elegir a una fuerza que no cuenta con el apoyo de más del 15 % de los votos, pero que acude en un solo bloque a las urnas en cada proceso electoral.
Por tal motivo, el llamado es la unidad, con la mayor humildad, desprendiéndose de los egos, de la vanidad, sin realizar ofertas engañosas que no han dado ningún resultado positivo, porque no hay otra manera de cambiar el estado de cosas que a través del voto y de la participación.
Los estudios de opinión indican que la intención del voto el día de hoy está sobre el 42 por ciento. Si logramos incrementar esta cifra sobre un 50%, la oposición venezolana obtendría en los venideros comicios un número importante de gobernaciones, alcaldías, legisladores regionales y concejales.
Se está haciendo un gran esfuerzo para no ir en tres bloques, tal y como ocurrió en las elecciones legislativas del 6 diciembre de 2020, en el que la Alianza Democrática, conformada por cinco organizaciones políticas, como Acción Democrática, Avanzada Progresista, El Cambio, Copei y Cambiemos, por otra parte Soluciones para Venezuela y Voluntad Popular por separado; asimismo, los abstencionistas insistieron irresponsablemente en no participar, entregando nuevamente el poder legislativo al gobierno nacional, ya que si hubiésemos presentado una sola fórmula hoy estuviéramos sentados por lo menos 92 parlamentarios, lo que habría impedido que el gobierno tuviese los dos tercios de los curules.
La unidad regional
En el caso del estado Monagas, en las pasadas elecciones parlamentarias hicimos una extraordinaria campaña y logramos obtener 43.000 votos a través de la Alianza Democrática, por su parte Soluciones para Venezuela, con Moncho Fuentes y Numa Rojas, obtuvieron 17 mil votos; asimismo, Primero Venezuela, Voluntad Popular y el MAS alcanzaron 10 mil votos.
Si, pese a la alta abstención que se evidenció en dicho proceso electoral, sumamos todo el voto opositor, estamos arrancando con una base electoral cercana a los 80 mil votos, lo cual nos permite iniciar la campaña electoral con una robusta fuerza y ganar la Gobernación del estado Monagas, así como la mayoría de las alcaldías y demás cargos a elegir.
La recuperación de los espacios regionales debe llevar además, a través de la necesaria relación con el Poder Nacional, volver a la descentralización, haciéndole entender al Gobierno que hay responsabilidades que competen a los estados y a los municipios, como estructura de estado más cercana a la realidad de los estados y municipios para resolver de manera más sencilla los problemas cotidianos de la ciudadanía, por cuanto, lamentablemente el acceso al agua, surtir los vehículos de gasolina, comprar gas, montarse en el transporte público, ir al supermercado o sacar dinero en el cajero automático, se ha convertido en una verdadera pesadilla para la población.
Reitero la invitación a todos los factores políticos de la oposición a realizar un esfuerzo unitario, con desprendimiento y la responsabilidad de incentivar al voto, acudir masivamente a los centros electorales a ejercer nuestro derecho ciudadano, cuidar los votos sin nada cambio, solo con la certeza que juntos podemos cambiar la realidad política del país y continuar transitando por la ruta electoral, constitucional y democrática, e ir en el año 2022 hacia el referéndum revocatorio presidencial. Sin embargo, para lograr dar ese paso tenemos que obtener más de cinco millones de votos en los comicios de este año.
@JohelOrtaM
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