Maturín. El tradicional consumo de pescado esta Semana Santa se hace cuesta arriba por la dolarización de la proteína en los diferentes mercados de la ciudad, los cuales laboran en horario restringido debido a la cuarentena radical.
Algunos vendedores migraron a las urbanizaciones por la cuarentena, para vender el pescado puerta a puerta, pero aun así reportan poca demanda.
En otros tiempos, los monaguenses acostumbraban consumir pescado, sobre todo los días jueves y viernes santos siguiendo la tradición, para así evitar el consumo de carnes rojas y cumplir con el ayuno, pero esta vez, el precio no lo permite.
Cuajao difícil por los costos
Muchas familias no podrán degustar el popular cuajao o pastel de chucho por no poder pagar un pescado salado tan costoso, así como los demás ingredientes necesarios para la preparación.
Al indagar sobre otras alternativas, se puede constatar que los enlatados no rinden y tampoco entran en el presupuesto, porque comprar atún o sardina en lata, también constituye un lujo en esta economía. Y si se trata de comer otra carne blanca como pollo, es casi imposible de pagar en 2.8$ el kilogramo.
Así opinan ciudadanos como Jesús Bermúdez, transeúnte que al ser consultado sobre el tema afirmó: “Está muy difícil comprar el pescado, salado porque ningún salario cubre esos precios en dólares. Soy jubilado, recibo Bs 1.800.000 mensualmente, más el bono de guerra y uno que otro bono adicional, pero no me alcanza el sueldo total. Lo único que puedo comprar es sardinas frescas para guisarlas y así no pecar comiendo carne roja”.
Opiniones como esa, revelan que la devoción es grande pero el poder adquisitivo se queda corto ante tal inflación. El precio del pescado es casi estándar en el mercado (Bs. 6.500.000) pero pocos pueden pagarlo. La falta de presupuesto, es sin duda la mayor barrera entre el consumidor y el placer de degustar una rica tortilla o un pescado “espicillado”, como le dicen en criollo.
Los precios de los pescados más comunes en el mercado son:
- Carite salado 3.5$
- Curvinata salada 3.0$
- Robalo salado 3.2$
- Mero salado 3.5$
- Lisa salada 2.2$
¿Cómo preparar el cuajao?
En caso de contar con los recursos necesarios para comprar el pescado en esta semana mayor, puede invertir bien su dinero en la compra de dos o tres kilos de raya, atún, chucho o cazón para preparar un rico cuajao, tortilla o pastel en la Semana Mayor. Se recomiendan estos pescados porque son los que tienen más pulpa y menos desperdicio, pero todo dependerá del gusto del consumidor. A continuación, los ingredientes necesarios para la preparación y los métodos a seguir.
Ingredientes
- Pescado salado 2 Kg
- Litros Aceite ½ Lt
- Plátanos maduros 3
- Huevos (8 unidades)
- Papa (3 tamaño promedio)
- Aliños (cebolla, cebollín, ají dulce y ajo)
- Onoto al gusto
- Sal
Preparación del Guiso
En caso de que el pescado sea salado, sumérjalo en abundante agua y déjelo en remojo de un día para otro, hasta que bote la sal. Luego, cámbiele el agua y sancóchelo hasta que esté bien cocido.
Una vez que se enfríe, proceda a desmenuzarlo, removerle espinas, huesos y cartílagos. Una vez desmenuzado, pique abundante cebolla, cebollín, ají dulce y ajo, los cuales deberá sofreír en una paila o sartén con suficiente aceite. No olvide machacar los ajos con una piedra para que aproveche todo su sabor y use, preferiblemente, aceite onotado para que su guiso tenga color y luzca de fotografía.
Una vez sofrito el aliño intégrelo con el pescado desmenuzado. Remueva la mezcla de abajo hacia arriba y añada un poquito del caldo donde sancochó el pescado, no mucho, solo para humedecer el guiso, por favor no se exceda de media taza.
Tape a fuego lento y espere unos minutos hasta que se cocine el guiso. Cuando esté lista la preparación, deje reposar y proceda con el resto de los ingredientes para el cuajao.
Elaboración del pastel
Sofría dos plátanos y tres papas en finas tajadas. Bata 8 claras de huevo en un bol, a máxima velocidad con la batidora, hasta obtener una consistencia de repostería. Luego de que se eleven sus claras, añada las yemas lentamente y continúe batiendo para que conserve el aire en la mezcla.
Enharine una bandeja de aluminio o refractaria como si fuese a preparar una torta. Precaliente el horno a 180° y mientras tanto, vaya armando el cuajao o pastel.
Coloque una capa de huevo (reserve la mitad para el final), extiéndalos con una paleta y cubra bien los bordes de la bandeja, recuerde que esta será la base de su preparación. Luego, añada una capa del pescado guisado, otras capas de queso rallado, plátano, papa y la última de pescado, hasta que cubra varias capas.
Selle la preparación con otra última capa de huevo. Rocíe un poco de aceite de onoto por encima, para darle color a su pastel y póngalo al horno por 20 minutos, o el tiempo necesario para gratinarse.
Puede cubrirlo con papel de aluminio la bandeja para evitar que se queme el, recuerde que en ese punto, todos los ingredientes están cocidos, el horneado permite solo unir las capas y cocinar el huevo.
Si usted siguió todos los pasos, obtendrá un rico pastel de pescado que podrá cortar en trozos para servir a cada comensal con arroz y los granos de su preferencia. ¡Buen provecho!
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