A propósito de celebrarse este 11 de marzo el día Mundial del Riñón, el comité directivo pide la inclusión de la participación en la vida como un enfoque clave en la atención de los pacientes que viven con enfermedad renal crónica (ERC) y como un elemento fundamental para lograr el objetivo final que es vivir bien con esta dolencia.
El médico especialista en el área, Carlos Márquez, quien es el director de la unidad de diálisis del hospital Dr. Manuel Núñez Tovar en Maturín, hizo énfasis en esta premisa que se ha trazado en el mundo ante la delicada situación que atraviesan los pacientes renales, la cual se ha afianzado durante el año 2020 y lo que va de 2021, al estar en medio de la pandemia del coronavirus y sus implicaciones.
El factor clave en este caso está centrado en el paciente y también en el rol que desempeñan los familiares o cuidadores, con el objetivo de que con pleno conocimiento, puedan tener una mejor calidad de vida.
Objetivos de vida para los pacientes renales
Los pacientes con ERC y sus familiares u otros cuidadores deben estar bien capacitados para obtener los resultados de salud y los objetivos de vida que sean significativos e importantes para ellos.
Esto requerirá que los pacientes comprendan su función, que tengan los conocimientos necesarios para poder interactuar con los médicos en la toma de decisiones compartidas, así como que desarrollen las habilidades y el apoyo para una autogestión eficaz.
En este aspecto, se aboga por una asociación fortalecida con los pacientes en el desarrollo, implementación y evaluación de intervenciones para entornos de práctica y políticas que permitan a los pacientes vivir bien. Esto debe estar respaldado por una comunicación coherente, accesible y significativa.
Unidad de diálisis del Humnt siempre activa
En la Unidad de diálisis del Hospital de Maturín, el personal de salud que allí labora está comprometido en apoyar a los pacientes que allí se realizan su tratamiento.
Estrategias para apoyar la resiliencia del paciente
El comité directivo del día mundial del Riñón también pide un mayor énfasis en un enfoque basado en las fortalezas que abarque estrategias para apoyar la resiliencia del paciente.
Expresan la necesidad de aprovechar las conexiones sociales, el generar conciencia y conocimiento del paciente, facilitar el acceso al apoyo y establecer la confianza y el control en el autocuidado.
«Hacemos un llamado para un manejo de síntomas más efectivo, más integrado y holístico para todos los pacientes con enfermedad renal más allá de las terapias renales tradicionales, incluidas estrategias efectivas para identificar y manejar los síntomas que causan sufrimiento, como el dolor, problemas de sueño, ansiedad, depresión, estrés, movilidad, fragilidad y otros».
Educación efectiva
También solicitan más educación y estrategias de manejo para aliviar estos síntomas, de modo que los pacientes y sus cuidadores puedan tener una mejor calidad de vida relacionada con la salud.
Se debe ir más allá del “status quo” y avanzar en el enfoque centrado en el paciente en la investigación, la práctica y las políticas. El empoderamiento del paciente, la asociación y la mejora de las comunicaciones, combinadas con un cambio de paradigma hacia un enfoque de la atención basado en las fortalezas, estas pueden inspirar confianza y esperanza en los pacientes de que pueden vivir bien con la ERC.
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