Como producto de la ola de frío que tiene impactado a Norteamérica a temperaturas gélidas, el monumento natural de Las cataratas del Niágara se han congelado parcialmente, esto conllevó a que algunas personas se acercaran para sacarse fotos con este soñado lugar.
Además, la niebla habitual que deja la fuerza del agua al caer se congela al instante formando majestuosas formas en los alrededores que son iluminados por bellos arcoiris.
Las cataratas del Niágara son un conjunto de cascadas: la canadiense (Ontario), la estadounidense (Nueva York) y la «catarata Velo de Novia», más pequeña, situadas en el río Niágara, a unos 236 metros sobre el nivel del mar. Su caída es de aproximadamente 51 metros.
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