El índice de precios al consumidor en Estados Unidos subió un 0,3 % en enero respecto al mes precedente, su mayor alza en cinco meses, mientras que la inflación interanual se mantuvo en el 1,4 %, informó este jueves el Departamento de Trabajo.
El dato coincidió con las previsiones de los analistas.
La inflación subyacente, que excluye los precios de alimentos y combustibles, que son los más volátiles, se mantuvo sin cambios en enero, y ha sumado un 1,4 % en un año, según el informe del gobierno.
El aumento en enero de los precios que pagan los consumidores refleja en gran medida un incremento del 7,4 % en los costes de la gasolina.
Por su parte, el precio de los alimentos creció un 0,1 %, y se situó en el 3,8 % interanual.
El alza en los precios se produce en plenas negociaciones acerca de un nuevo paquete de estímulo fiscal propuesto por el presidente estadounidense, Joe Biden, de 1,9 billones de dólares para amortiguar la crisis económica provocada por la pandemia.
Varios economistas han advertido del riesgo de presiones inflacionarias de este masivo paquete de rescate, como el ex secretario del Tesoro Larry Summers, quien señala que la propuesta debería estar más centrada en los ciudadanos de menores rentas.
El plan de Biden incluye transferencias directas de efectivo de 1.400 dólares a todos los estadounidenses con ingresos de hasta 75.000 dólares, 150.000 en el caso de parejas, y 600 dólares adicionales por hijo.