El agua de arroz es muy rica en vitamina B, ácido fólico, hierro, potasio, zinc y magnesio. Parte de estos nutrientes, son los que el arroz pierde a la hora de la cocción. Estos beneficios se aprovechan mucho más con el arroz blanco:
– Nos da energía
– Es muy recomendada para tratar problemas intestinales (diarrea, náuseas, vómitos)
– Puede prevenir un desajuste intestinal y la gastroenteritis
– Nos ayuda a regular la temperatura del cuerpo
– Se recomiendo a las mujeres que están embarazadas para mejorar y estimular la producción de leche materna
– Alivia las irritaciones en la piel
– Hidrata
-Anti-inflamatorio
– Refina y minimiza la apariencia de los poros
– Ilumina el rostro (efecto aclarante en la piel)
Solamente hay que llenar un tazón con arroz (la cantidad que quieras) y poner agua suficiente para que el arroz quede sumergido, con un par de dedos de agua por encima, deja el arroz en remojo de 15 a 30 minutos, sin hervir o cocinar, y listo.
¿Cómo debes utilizarlo?
Solamente hay que guardarlo en una botellita y aplicarlo con un algodón, como si fuese un tónico. En el caso del uso interno, tomar al menos 4 vasos de agua de arroz al día.
Incluso pasados unos días, el olor del líquido empieza a volverse más ácido, lo que significa que está empezando a fermentar, puede seguir utilizándose. Cuando se fermenta, hay una cantidad más concentrada de antioxidantes y es utilizado por muchas marcas de belleza por sus propiedades anti-envejecimiento.
Si estás pensando en lanzarte a hacer la prueba, apuesta por utilizar un ARROZ BLANCO O INTEGRAL pero siempre ORGÁNICO, ya que el arroz convencional podría incluir trazas de pesticidas o bacterias que convertirían tu tónico en un cóctel peligroso, capaz de causar infecciones o reacciones alérgicas.